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Prevalecen desigualdades por sexo en el uso del tiempo

10 de diciembre 2012 | Uso del Tiempo

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Encuesta de Uso del Tiempo se realizó durante marzo y abril de 2011, en personas de 12 años y más integrantes de los hogares y residentes en viviendas de la Gran Área Metropolitana (GAM), con una muestra aleatoria de 2520 viviendas y se entrevistó a 6316 personas.

Existen grandes brechas en el tiempo dedicado por mujeres y hombres a las diferentes actividades, y de manera particular al trabajo doméstico no remunerado, confirmando la persistencia del modelo tradicional de roles de género, donde la responsabilidad social del trabajo doméstico se asigna a las mujeres.

La EUT-GAM 2011 es un esfuerzo colectivo a cargo de la Comisión Técnica Interinstitucional de Contabilización del Trabajo Femenino, integrada por siete instituciones: Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (IDESPO-UNA), Centro de Investigación en Estudios de la Mujer de la Universidad de Costa Rica (CIEM-UCR), Instituto de Estudios de Género de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y Ministerio de Planificación y Política Económica (MIDEPLAN). El levantamiento de la EUT-GAM 2011 se concretó mediante un convenio firmado en 2010 por el INAMU y el IDESPO-UNA.

Las encuestas de uso del tiempo son un instrumento empleado para recolectar información dirigida a visibilizar y contabilizar el trabajo doméstico no remunerado. Así mismo, permiten cuantificar brechas entre mujeres y hombres sobre el tiempo dedicado al trabajo no remunerado y su aporte a la economía, a la vez que evidencian cómo las inequidades en la distribución del tiempo se traducen en acceso diferenciado entre los sexos a oportunidades educativas, recreativas, culturales, políticas y de bienestar general.

La Encuesta se realizó durante marzo y abril de 2011. La población objeto de estudio fueron las personas de 12 años y más integrantes de los hogares y residentes en viviendas de la Gran Área Metropolitana (GAM). Se seleccionó una muestra aleatoria de 2520 viviendas y se entrevistó a 6316 personas.

Los principales resultados de la EUT-GAM giran en torno al uso del tiempo de mujeres y hombres mayores de 12 años, las ayudas externas en trabajo doméstico y de cuido receptadas por el hogar y las ayudas y aportes en trabajo doméstico y de cuido recibidas de otros hogares.

1. Se mantienen profundas inequidades y desigualdades por sexo en el uso del tiempo

Costa Rica ha logrado importantes avances formales en política pública, pero la corresponsabilidad y la igualdad efectiva de derechos son aspiraciones que todavía no se concretan plenamente para las mujeres de este país. La EUT GAM deja al descubierto las grandes brechas en el tiempo dedicado por mujeres y hombres a las diferentes actividades, y de manera particular al trabajo doméstico no remunerado, confirmando la persistencia del modelo tradicional de roles de género, donde la responsabilidad social del trabajo doméstico se asigna a las mujeres.

Las mujeres destinan al trabajo doméstico no remunerado un tiempo semanal de 37 horas y 8 minutos, más del doble que los hombres (15 horas y 43 minutos). La preparación y servicio de alimentos es la tarea que se le dedica mayor tiempo, con 12 horas y 31 minutos semanales las mujeres y 3 horas y media por semana aproximadamente los hombres. En segundo lugar están la limpieza y mantenimiento de la vivienda, con 9:03 horas semanales las mujeres y los hombres con 3:26 horas. En tercer lugar tenemos el tiempo para cuido exclusivo de niños y niñas menores de 12 años, donde los hombres emplean 2:16 horas semanales y las mujeres un poco más del doble: 5:14 horas.

Los resultados de la EUT-GAM confirman que si bien los hombres participan en la realización de las diversas actividades de trabajo doméstico no remunerado estudiadas, el tiempo invertido por las mujeres en la mayoría de ellas es siempre mayor que el de los hombres por lo menos en un 65%, independientemente de la edad, la relación de parentesco con la jefatura de hogar, el estado conyugal, el nivel educativo y si se trabaja para el mercado. Estas variables socio demográficas tampoco inciden en una mayor o menor participación de los hombres. Así aquellas entre 40 a 49 años son quienes más dedican tiempo (46:37 horas semanales), mientras que los hombres de 60 años y más -quienes emplean más tiempo en esta actividad- ocupan cerca de 19 horas a la semana. Las mujeres casadas utilizan 50 horas semanales, en comparación con los hombres (18:35 horas semanales). Las únicas actividades donde la participación de los hombres supera a la de las mujeres son construcción, mantenimiento y reparaciones menores de la casa y del vehículo con el 82% y en compras del hogar.

1. Aún cuando las mujeres participan en el mercado laboral, el trabajo doméstico no remunerado sigue siendo una fuerte carga para ellas

Las mujeres incrementaron en las últimas dos décadas su participación en el mercado laboral. A pesar de ello, asumen prioritariamente las labores domésticas en sus hogares con cerca de 36 horas semanales, mientras los hombres en esta misma condición emplean la mitad del tiempo. La Carga Global de Trabajo (entendida como la suma del trabajo remunerado y doméstico no remunerado) es de casi 73 horas semanales en las mujeres, mientras que para los hombres es cercana a las 66 horas, una diferencia aproximada de 7 horas semanales. La corresponsabilidad es todavía una aspiración para la mayoría de las costarricenses.

2. Las personas adultas mayores siguen activas aportando a la economía

Las mujeres adultas mayores dedican más del doble de su tiempo al trabajo doméstico no remunerado que los hombres: 37 horas y 54 minutos en contraste con 18 horas y 56 minutos semanales. Pese a que los hombres también reportan una cantidad importante de horas en el trabajo remunerado (20:28 tiempo social promedio), las mujeres les superan en más de 15 horas.

3. Los hombres disfrutan más del tiempo libre que las mujeres

En el estudio la variable de tiempo libre se dividió en dos: familia y sociabilidad y tiempo libre, esto con el objetivo de distinguir el tiempo libre que se comparte con la familia y el que se utiliza para actividades individuales. Los datos reflejan diferencias entre ambas actividades. Las mujeres dedican a tiempo libre 5 horas semanales menos que los hombres (17:58 horas de tiempo social promedio semanal en contraste con 22:44 de los hombres). En actividades de familia y sociabilidad el tiempo social promedio es similar entre mujeres y hombres.

1. Ayuda brindada en trabajo doméstico no remunerado a otros hogares

La EUT-GAM confirmó que el 15% de los hombres y el 21% de las mujeres brindan apoyo en trabajo doméstico no remunerado a otros hogares. El tiempo semanal de las mujeres es de 6:21 horas, mientras que el de los hombres es de 5:21. Las personas de 60 años y más son quienes reportan mayor tiempo efectivo: 9:21 horas a la semana los hombres y 10:18 horas las mujeres.

2. Cuando en el hogar hay personas totalmente dependientes el tiempo dedicado a su cuidado es elevado y recae sobre las espaldas de las mujeres

Ante la presencia en el hogar de personas totalmente dependientes, el tiempo exclusivo dedicado a ellas es alto tanto para hombres como para las mujeres, pero sobre todo para éstas, quienes emplean a la semana 24:04 horas en promedio, frente a 14:14 horas los primeros.

3. Los hogares de la GAM reciben ayudas voluntarias o pagadas en trabajo doméstico no remunerado

Se encontró que el 31,5% de los hogares reciben este tipo de ayuda contratada o no, 72 horas semanales en promedio. Son los hogares con más personas mayores de 60 años y con jefatura de hogar mayor a los 53 años los que requirieron más ayuda y aportes de este tipo. Los datos reflejan necesidades particulares de una población que envejece y demanda servicios de cuido principalmente y trabajo doméstico externos. Estos servicios en su mayoría se pagan, lo cual implica una carga financiera para la familia. Queda pendiente responder qué pasa en hogares con personas adultas mayores con recursos económicos limitados o en situación de pobreza. Pagado o voluntario, este trabajo lo hacen principalmente mujeres en un 87%, quienes en su mayoría no son familiares integrantes del hogar y reciben pago por estos servicios.

Los resultados comprueban la persistencia de serias inequidades y desigualdades entre hombres y mujeres, a pesar de que el país cuenta con legislación y políticas para la equidad e igualdad de género. El trabajo doméstico y las tareas de cuido continúan concibiéndose socialmente como responsabilidad fundamental de las mujeres y la corresponsabilidad es todavía una aspiración. Este desafío exige que el Estado y sus instituciones, la empresa privada, las organizaciones sociales, las municipalidades, las comunidades y las familias, reconozcan que aún cuando las tareas domésticas y el cuido no se pagan, son productivas y esenciales para el mantenimiento de la vida.